(MENAFN - NewsIn.Asia) Por Bina Shah/New York Times
Karachi, 13 de diciembre: la primera vez que escuché de yoga mientras yo estaba creciendo en Pakistán, en la década de 1980, con la llegada de la Karachi escena de una personalidad colorida llamado Profesor Moiz Hussain. Él había entrenado en el Instituto de Yoga en Mumbai, luego se ramificó en alternativa para la reducción del estrés y técnicas de sanación como Reiki de Japón, la PNL (Programación Neuro-Lingüística) de California, y el Qigong, con raíces en China.
Su Instituto de ciencia de la Mente y el Yoga Clásico atraen a cierto tipo de Karachi mujer — ricos y bien viajado — que estaba interesado en el desarrollo de su mente y de su cuerpo.
Lentamente al principio, una maestra tras otra surgido para ofrecer clases. Sin embargo, tenían que ser cuidadoso: La década de 1980 fue una época de riguroso Islamización en Pakistán y fría hostilidad a la India, y nada remotamente asociada con la India o el Hinduismo se desanime si no fuera de la ley.
Esto afectó especialmente a los de las artes, a saber, la danza clásica de la India.
Funcionarios del gobierno prohibió los espectáculos públicos como 'vulgar' y 'Indio'; Pakistaní a los estudiantes de la materia podría no obtener la visa para estudiar en virtud de los Gurús en la India, y los profesores tuvieron que emigrar a otros países porque la danza clásica llegó a ser tan impopular que no podía atraer a los estudiantes.
Sólo Kathak, con su Mogol orígenes en el noroeste de la India antes de la partición, era mirado con una menor dosis de cinismo, que el descaradamente Hindú con sabor a Odissi o Bharatanatyam escuelas de danza.
La forma de evitar esto era introducir el yoga como una práctica menos espiritual que físico, pero las clases de yoga en Karachi se quedaba pequeño, privado y de unos pocos. Luego, en la década de 1990, cuando la televisión estatal dio lugar a una profusión de canales privados de televisión, yoga encontrado otra salida: desayuno y mañana muestra en la que un segmento de actividad física dirigido a las amas de casa a menudo incluye a 20 minutos o media hora de sesión de yoga.
Intercalado entre el asesoramiento sobre los mejores alimentos para un bebé y de cómo cocinar tentadoras comidas para la casa, de una forma no amenazante forma de yoga — no extrema de posturas físicas, sólo uno que podría ser realizado en ropa modesta — estaba disponible para las mujeres en Pakistán, con acceso a canales por cable.
Los espectadores se animó a estirar y respirar para cultivar cuerpos y mentes saludables, un objetivo que no sean incompatibles con los moderadamente conservador forma de Islam practicado por el 90 por ciento de los Paquistaníes.
Yoga, incluso comenzó a salir a la luz, con sesiones que se realizan en los parques públicos, donde algunos profesores hacen leve comparaciones entre meditación yóguica y la Islámica, la reflexión, o la plantea en un simple saludo al sol y las posiciones tomadas en el salat, un ritual de oración Islámica. Esto abrió el yoga a la clase media, conservador Paquistaníes que podría haber seguido siendo hostil a la práctica había sido presentado como un asunto puramente Hindú o de la India disciplina ascética.
Hoy en día, el yoga es muy popular en todas las ciudades de Pakistán; un maestro de yoga llamado Shamshad Haider reclamaciones de correr 50 clubes de yoga en el Punjab, y la Internacional de Yoga Day se celebra en Pakistán durante tres años en una fila.
El Yoga es practicado por todo el camino de Chitral, en el norte de Karachi, en el sur. Hay una cosecha entera de los profesores más jóvenes ahora cuentan con el entrenamiento de la India, Tailandia y Bali, así como de escuelas de yoga en América del Norte y gran Bretaña. Los profesores de swank estudios en Karachi atraer a los estudiantes a través de Facebook y páginas de afiliaciones con la Internacional de la Alianza de Yoga.
Sus clases incorporan estilos de Hatha, Vinyasa flow, Ashtanga, incluso el yoga de la energía y de Bikram yoga. Ellos usan los nombres Sánscritos para la plantea de manera intercambiable con el inglés, y ambos solo de mujeres y mixtas clases populares.
Mientras tanto, el yoga todavía aparece en la televisión, en las escuelas y en el parque de las sesiones, con la mujer meditando mientras llevaba shalwar kameezes, o completa abayas y hijabs, y los hombres con barbas largas y shalwar kameezes la realización de saludos al sol junto a los hombres en pista pantalones y camisetas.
Yoga puristas probablemente de cerdas en el intento de disociar el yoga del Hinduismo o la India, pero no es tan diferente de lo que está sucediendo con el yoga en Occidente, con sus aguas de los estudios de yoga y aerial yoga y Asanas del Yoga campeonatos.
También me recuerda a lo que ha estado ocurriendo en el Sufismo, la rama mística del Islam. En el Oeste, el Sufismo ha sido desconectado de sus raíces Musulmanas y se presentó como un movimiento universal de la paz y la tolerancia, el siglo 13 místico persa Rumi retratado como una enamorados poeta canto de amor en lugar de un conservador del clérigo Islámico empeñados en forjar una feroz conexión con su creador. Un sacrificio necesario, tal vez, para difundir el mensaje universal de paz, tolerancia y amor.
Pakistán, que fue amputada de la India en 1947, a continuación, atraídos por la promesa de poder y riqueza proveniente del Medio Oriente, nunca ha sido capaz de decidir si su identidad es Árabe o del Sur de Asia.
Después de décadas de intentar identificar con una puramente Islámica del patrimonio y de la historia, algunos de los Pakistaníes son, finalmente, el reconocimiento de que su patrimonio es único, informado por cepas de la tradición y el patrimonio de muchas zonas geográficas: Asia Central y Persia, la India y el Medio Oriente.
Nuestro desafío actual es volver a conectar con la cantidad de fuentes de nuestras raíces y el patrimonio, mientras que la forja de una nueva identidad que nos servirá en el futuro.
Pakistán ha presentado recientemente una 1.700 años de antigüedad estatua de Buda durmiente de un antiguo sitio Budista en Bhamala, uno de los muchos que salpican Pakistán norte y noroeste — un fuerte testimonio de su pre-Islámica de la herencia.
Progresiva de los historiadores — es cierto que en la minoría que todavía están tratando de educar a los Paquistaníes a los estudiantes acerca de su historia antigua del país y de las religiones, después de años de ser dicho que la historia de Pakistán es sólo comienza con la invasión de Sindh por el conquistador Árabe Muhammad bin Qasim en A. D. 711.
Como me la práctica del yoga en el aire fresco de una leve Karachi invierno, mirando hacia el Mar Arábigo, no puedo evitar preguntarme si alguna de esta reconexión podría venir de yoga. Nos movemos al unísono como nuestro maestro llama a los nombres Sánscritos de las posturas llamadas asanas. A continuación, la llamada a la oración comienza a sonar fuera de una mezquita cercana y nos quedamos en silencio, escuchando el sonido de nuestra propia respiraciones y el tiempo-en árabe antiguo de las palabras de la azán.
Tan pronto como la práctica es más, voy a rodar hasta mi estera de yoga e ir a buscar a mi oración mat. Nunca me he sentido tan integrado, conectado, de manera que mi patrimonio Islámico y mi Sur raíces Asiáticas.
(Bina Shah es el autor de varios libros de ficción, incluyendo, más recientemente, 'Una Temporada para los Mártires.')
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